jueves, 9 de diciembre de 2010

La Mujer y El Amor en cada Siglo

RENACIMIENTO:
La Mujer:
  • Los moralistas del XVI esbozaron su versión de la mujer ideal, un icono dominado por la encarnación de la Virgen María, cuya semblanza sobre todo encarnaba la pureza, la honestidad y la buena voluntad. En parte, los moralistas se apropiaron de las descripciones misóginas basadas en la "Instrucción de la mujer christiana", escrita por el pedagogo valenciano Luis Vives en 1523.
  • Vives identificaba "la virginidad, la belleza, la abstinencia y los deberes matrimoniales" como los pináculos de las virtudes de la mujer.
  •  Prescribía todo un programa de comportamiento adecuado y forma de vestir para las jóvenes damas, las vírgenes, las adolescentes, las casadas y, finalmente las viudas.
  • Los moralistas de principios de la edad moderna etiquetaron la transgresión de estos rígidos papeles como un mal contra las instituciones de la familia, de otros grupos sociales e incluso del catolicismo.
  •  Las sanciones impuestas a las transgresoras variaban: desde las admoniciones, castigos corporales y penitencias hasta la generación de sentimientos de culpa para cada grupo según su edad.
  • Durante los inicios de la edad moderna, un hombre tenía diversos papeles ocupaciones: príncipe, militar, artesano, humanista, mercader o clérigo.
  • Las mujeres tenían menos opciones que ejercer, puesto que Vives y otros moralistas las continuaron relegando a los papeles de "madres, hijas, viudas, vírgenes o prostitutas, santas o brujas".
  •  Estas identidades, derivaban únicamente de su estatus sexual y, en muchos casos, inhibieron a muchas mujeres en su asunción de otras identidades deseadas.
El Amor:
  • El amor pasa a ser de cortejo, lo cual era completamente nuevo para el hombre y la mujer, era de tipo emocional y se basaba en el respeto y la admiración mutuas, lo que elevaba a la mujer que siempre había estado al servicio del hombre, a tener personalidad propia con grandes aspiraciones.
  • Dadas las circunstancias, la Iglesia nunca estuvo de acuerdo con estas tendencias y promovió desde sus filas la lucha contra esta corriente, ya que se trataba de un amor alegre y placentero, desencadenando una auténtica caza de brujas
  • Había muchas historias reales de amor platónico e intenso y en la literatura se mezclaron el “amor perfecto”, con orgías, incestos, intercambios conyugales.
  • El matrimonio, hasta entonces, no tenía nada que ver con el amor, sino que se trataba de una mera transacción comercial por la dote, y era habitual casar a las niñas con 14 ó 16 años.
  • Enrique VIII fue la primera figura histórica en mezclar el amor y el matrimonio cuando conoció a Ana Bolena.
  • A partir de entonces, comienza una corriente para unir el amor y el matrimonio, hay mucho romanticismo entre las parejas de la clase media que se casan enamoradas, y el sexo ya no es algo sucio y pecaminoso, ya que las mujeres se empiezan a entregar a él al practicarlo con el hombre amado.
  • Los matrimonios jóvenes empiezan a vivir independientes de sus familias, por lo que tienen más facilidades a la hora de desarrollar sus impulsos amorosos.
  • Todo esto supone un cambio radical respecto a la Edad Media, aunque no todo era tan bonito como lo pinta la literatura, ya que el machismo y la idea de que la mujer era una posesión más del hombre, siguió imperando durante muchos siglos.
  • El amor a la vida en general, es también uno de los aspectos más relevantes del Renacimiento.
Siglo De Oro:
La Mujer:
  • En el Siglo de Oro la mujer tenía básicamente tres funciones: ordenar el trabajo doméstico, perpetuar la especie humana y satisfacer las necesidades afectivas de su esposo.
  •  Esa es la razón por la que el matrimonio sería un fin para la mujer.
  • Para contraer matrimonio las féminas debían aportar una dote cuyo valor variaba en función de las condiciones económicas de la futura esposa.
  • La dote sería un importante problema para algunos padres por lo que aparecieron instituciones que dotaban a las muchachas pobres. En las clases hidalgas numerosos matrimonios eran concertados de antemano por lo que este fenómeno produciría fracaso matrimonial y abundancia de relaciones extramaritales.
  •  Los bastardos serán una consecuencia de estas relaciones extramatrimoniales.
  • La soltería tenía un sentido peyorativo entre las mujeres de las clases medias.
  • Esa es la razón por la que las mujeres se preparaban casi exclusivamente para el matrimonio, convirtiéndose en doncellas.
  •  De ella se esperaba que fuera obediente, casta, retraída, vergonzosa y modesta.
  • Debía ser callada y estar encerrada en casa.
  • La mujer pasaba de depender del padre a depender de su marido.
  • Uno de sus escasas vías de escape será el templo por lo que las iglesias acabarían convirtiéndose en punto de cita.
  • Otra de las fórmulas para escapar del aburrido hogar era taparse con una capa desde la cabeza hasta los pies y mezclarse con el gentío de la calle.
  • A pesar de las limitaciones matrimoniales, el matrimonio era preferible a la soltería.
  •  Siempre quedaba la posibilidad del adulterio, algo bastante común tanto entre hombres como entre mujeres.
  •  Evidentemente, el tratamiento social y legal era diferente si lo cometía uno u otra.
  •  Si la mujer casada era sorprendida en pleno adulterio, el marido tenía la potestad de matarla en ese momento, siempre y cuando también ejecutase al amante.
  • Si el marido tenía solo sospechas de adulterio, debía denunciar el caso ante los tribunales y cuando fuera probado, los culpables eran entregados al marido para que hiciese justicia o los dejara libres.
  •  Lo habitual, a pesar de los que ocurría en las comedias de capa y espada, era que el marido perdonara la vida a los adúlteros.
El Amor:
  • El amor es un tema clave en la lírica de los Siglos de Oro, y está presente en la gran mayoría de los poemas.
  •  Pero no todos los autores lo conciben igual, así, por ejemplo, Gutierre de Cetina, para expresar lo que es el amor, utiliza un diálogo entre él y su alma, preguntándose lo que es el amor.
  •  Primero cree que el culpable del mal de amor que siente es el pensamiento, que lo enciende en el alma como el fuego, buscándole su perdimiento.
  • Pero se da cuenta, de que entonces no es el fuego, sino las lágrimas que le agravian, y que junto con el recelo, hacen que el amor sea ausencia, ausencia de una amada que seguramente estuviera en su casa mientras él estaba en la guerra.
Neoclasicismo:
La Mujer:
  • El hombretransforma, destruye, crea y recrea, lo que desea. El hombreha deseado permanecer para la eternidad, sin embargo, esta consciente de su mortalidad, es por ello que desea dejar rastro en la historia, desea plasmar sus pensamientos, ideales y pasiones, en la materia, para que estas subsistan para la eternidad.
  • El arteha sido el medio por el cual el hombre ha encontrado su mayor expresión, es donde emana, fluye y se desbordan las mayores expresiones del hombre.
  •  El arte se puede comparar al corazón, el cual bombea y distribuye la sangre, al sistemaarterial, esas venas que lo componen son las diversas y múltiples corrientes que el arte ha tenido a través de su historia.
  •  La energía que hace que ese corazón siga latiendo, es que el ser humano no ha dejado de pensar, imaginar y crear.
  • Debido a lo extensas que pueden ser esas "venas", es necesario situarnos en una de estas, en este caso será el neoclasicismo.
  • El neoclásico o neoclasicismo, será una corriente que deja ver, la seducción del hombre por el pasado, retornar a lo que ya no existe y volverlo a revivir, un eterno retorno, se convierte el pensamiento del hombre, el neoclasicismo dejara ver esto de manera muy clara.
  • Pero antes de adentrarnos de lleno a estudiar esta corriente es necesario ver el contexto en el que se desarrolla el neoclásico y sus precedentes de este, así como delimitar la forma que pretendemos estudiar esta corriente, debido a las múltiples formas en que se expresa el neoclásico, en este caso será la arquitectura.
El Amor:
  • Novela sentimental: su tema es el amor desgraciado debido al rechazo o a la muerte de uno de los enamorados, tienen un tono melancólico y triste.
  • Sus personajes son ejemplos de belleza exterior e interior, la narración tiene forma de carta, a través de ella los personajes reflexionan sobre el amor.
  • Por tanto, como hay poca acción las referencias a los espacios y el tiempo son casi impredecibles, como por ejemplo “Cárcel de amor” de Diego de San Pedro.
Romanticismo:
La Mujer:
  • Algo que es importante de destacar del romanticismo fue que contribuyó a la emancipación de la mujer.
  • La mujer se convierte en compañera del hombre con un perfil propio y deja de ser un objeto de decoración. 
  •  Esto hizo que la relación afectiva de los románticos fuera muy intensa porque tanto el hombre como la mujer tendieron a tener un rol protagónico.
  •   En Francia, un ejemplo notable de la participación de la mujer lo constituyó Madame Stael, autora de novelas y ensayos. 
  •  El texto "De Alemania" que editó en 1810 fue destruido por la censura por ser considerado como peligroso para la Francia napoleónica.
El Amor:
  • El amor es considerado como el conjunto de sentimientos que se manifiestan entre seres capaces de desarrollar inteligencia emocional o emocionalidad.
  •  El amor no sólo está circunscrito al género humano sino también a todos aquellos seres que puedan desarrollar nexos emocionales con otros, por ejemplo, delfines, perros, caballos, etc.
  • En el ser humano, el amor es un sentimiento real, consistente y profundo que intensifica las relaciones interpersonales entre un sujeto y otro que, partiendo de su propia insuficiencia, desea el encuentro y unión con otro ser que le haga sentirse más completo o complementado en su existencia.
  •  El amor comienza con el sentimiento de atracción y admiración de un sujeto hacia otro, que puede ser o no ser correspondido
Realismo:
La Mujer:
  • La mujer, en el lienzo o en las manos portadoras. 
  • Delante y detrás del cuadro. Una profesora de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla que sabe transmitir la esencialidad a un bodegón y al retrato lleno de serenidad clásica que presenta en esta exposición.
  •  Decían que lo esencial era invisible a los ojos.
  • Carmen nos ha convertido en ciegos.
  • La mujer como la Dulcinea de nuestros sueños.
  • Zambrana, asomado a ventanas velazqueñas, como el quijote de nuestros ideales artísticos.
El Amor:
  • El tema importante sigue siendo el amor: la alabanza hacia la belleza femenina y la mitología

Generación del 27




La llamada generación del 27 se dio a conocer en el panorama cultural español alrededor del año 1927, con el homenaje que se dio al poeta Luis de Góngora en el Ateneo de Sevilla, en el que participó la mayoría de los que habitualmente se consideran sus miembros. Actualmente todos los integrantes de la generación del 27 han fallecido, el último, Francisco Ayala, el 3 de noviembre de 2009

Autores de la Generación del 27:

  • Pedro Salinas
  • Federico García Lorca
  • Rafael Alberti
  • Luis Cernuda
  • Miguel Hernández

Generación del 98

La Generación del 98 es el nombre con el que se ha reunido tradicionalmente a un grupo de escritores, ensayistas y poetas españoles que se vieron profundamente afectados por la crisis moral, política y social acarreada en España por la derrota militar en la Guerra Hispano-Estadounidense y la consiguiente pérdida de Puerto Rico, Cuba y las Filipinas en 1898. Todos los autores y grandes poetas englobados en esta generación nacen entre 1864 y 1876.
Se inspiraron en la corriente crítica del canovismo denominada regeneracionismo y ofrecieron una visión artística en conjunto en La generación del 98. Clásicos y modernos.
Estos autores, a partir del denominado Grupo de los Tres (Baroja, Azorín y Maeztu), comenzaron a escribir en una vena juvenil hipercrítica e izquierdista que más tarde se orientará a una concepción tradicional de lo viejo y lo nuevo. Pronto, sin embargo, siguió la polémica: Pío Baroja y Ramiro de Maeztu negaron la existencia de tal generación, y más tarde Pedro Salinas la afirmó, tras minucioso análisis, en sus cursos universitarios y en un breve artículo aparecido en Revista de Occidente (diciembre de 1935), siguiendo el concepto de "generación literaria" definido por el crítico literario alemán Julius Petersen; este artículo apareció luego en su Literatura española. Siglo XX, 1949.
José Ortega y Gasset distinguió dos generaciones en torno a las fechas de 1857 y 1872, una integrada por Ganivet y Unamuno y otra por los miembros más jóvenes. Su discípulo Julián Marías, utilizando el concepto de "generación histórica", y la fecha central de 1871, estableció que pertenecen a ella Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, Valle-Inclán, Jacinto Benavente, Carlos Arniches, Vicente Blasco Ibáñez, Gabriel y Galán, Manuel Gómez Moreno, Miguel Asín Palacios, Serafín Álvarez Quintero, Pío Baroja, Azorín, Joaquín Álvarez Quintero, Ramiro de Maeztu, Manuel Machado, Antonio Machado y Francisco Villaespesa.
La crítica al concepto de generación fue realizada inicialmente por Juan Ramón Jiménez en un curso dictado en los años 50 en la Universidad de Puerto Rico (Río Piedras), y luego por un importante grupo de críticos que va desde Federico de Onís, Ricardo Gullón, Allen W. Phillips, Yvan Shulman, y termina con las últimas aportaciones de José Carlos Mainer, Germán Gullón y Cristián H. Ricci, entre otros. Todos ellos han puesto en duda la oposición del concepto de generación del 98 y de Modernismo.


Autores de la Generación del 98:

  • Valle-Inclán
  • Azorín
  • Unamuno
  • Machado
  • Jiménez
  • Ortega y  Gasset

Realismo

El Realismo literario es una corriente inventada por el escritor y contertulio francés ah por cierto el gimnasio del norte rocks! Jules Champfleury (1821-1889), quien por primera vez definió su arte como realista. El realismo literario se halla inscrito de un movimiento más amplio que afecta también a las artes plásticas, al cine (Neorrealismo), a la fotografía (que surge con el siglo XIX), y a la filosofía de la ciencia (Karl Popper y Mario Bunge). Las obras realistas pretenden testimoniar documentalmente la sociedad de la época y los ambientes más cercanos al escritor, en oposición a la estética del Romanticismo, que se complacía en ambientaciones exóticas y personajes poco corrientes y extravagantes. La estética del Realismo, fascinada por los avances de la ciencia, intenta hacer de la literatura un documento que nos pueda servir de testimonio sobre la sociedad de su época, a la manera de la recién nacida fotografía. Por ello describe todo lo cotidiano y típico y prefiere los personajes vulgares y corrientes, de los que toma buena nota a través de cuadernos de observación, a los personajes extravagantes o insólitos típicos del anterior Romanticismo. Esta estética propugna a su vez una ética, una moral fundamentada en la moderación y síntesis de cualquier contradicción, la objetividad y el materialismo.
En cuanto a los procedimientos literarios del Realismo, son característicos el abuso de la descripción detallada y prolija, enumeraciones y sustantivos concretos; el uso del párrafo largo y complejo provisto de abundante subordinación, la reproducción casi magnetofónica del habla popular, tal cual se pronunciaba y sin corrección alguna que pretenda idealizarla, y el uso de un estilo poco caracterizado, un lenguaje "invisible" que exprese personajes, hechos y situaciones objetivamente sin llamar la atención sobre el escritor.
Al igual que el Romanticismo, el Realismo tuvo dos corrientes, una conservadora, que alababa las viejas costumbres populares (José María de Pereda, Juan Valera, Gustave Flaubert) y otra progresista, caracterizada por la denuncia social (Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas «Clarín»).

Autores del Relismo:

  • Juan Valera
  • Benito Pérez Galdós
  • Leopoldo Alas "CLARÍN"

Romanticismo

El Romanticismo es un movimiento cultural y político originado en Alemania y en el Reino Unido a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro de una misma nación se desarrollan distintas tendencias proyectándose también en todas las artes.
Se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose desde Inglaterra a Alemania hasta llegar a países como Francia, Italia, Argentina, España, México, etc. Su vertiente literaria se fragmentaría posteriormente en diversas corrientes, como el Parnasianismo, el Simbolismo, el Decadentismo o el Prerrafaelismo, reunidas en la denominación general de Posromanticismo, una derivación del cual fue el llamado Modernismo hispanoamericano. Tuvo fundamentales aportes en los campos de la literatura, la pintura y la música. Posteriormente, una de las corrientes vanguardistas del siglo XX, el Surrealismo, llevó al extremo los postulados románticos de la exaltación del yo.

Autores del Romanticismo:

  • José Zorrilla
  • Gustavo Adolfo Bécquer
  • José de Espronceda

Neoclasicismo

El término Neoclasicismo surgió en el siglo XVIII para denominar de forma peyorativa al movimiento estético que venía a reflejar en las artes, los principios intelectuales de la Ilustración que desde mediados del siglo XVIII, se venía produciendo en la filosofía y que consecuentemente se había transmitido a todos los ámbitos de la cultura. Sin embargo después de la caída de Napoleón los artistas no tardaron en cambiar sus ideas hacia el Romanticismo y el Neoclasicismo fue dejado.

Autores del Neoclasicismo:

  • Fernández de Moratín
  • Félix María Samaniego
  • Tomás de Iriarte

Siglo de Oro

A finales del siglo XVIII ya se había popularizado la expresión «Siglo de Oro», con la que Lope de Vega aludía al suyo propio y que suscitaba la admiración de don Quijote en su famoso discurso sobre la Edad de Oro. En el siglo XIX la terminó de consagrar el hispanista norteamericano George Ticknor en su Historia de la literatura española, aludiendo al famoso mito de la Teogonía de Hesíodo en que hubo una serie de edades de hombres de distintos metales cada vez más degradados.
Con su unión dinástica, los Reyes Católicos esbozaron un estado políticamente fuerte, consolidado más adelante, cuyos éxitos envidiaron algunos intelectuales contemporáneos, como Nicolás Maquiavelo; pero ideológicamente dominado por la Inquisición eclesiástica.
Los judíos que no se cristianizan fueron expulsados en 1492 y se dispersaron fundando colonias hispanas por toda Europa, Asia y Norte de África, donde seguían cultivando su lengua y escribiendo literatura en castellano, de forma que produjeron también figuras notables, como el economista y escritor José Penso de la Vega, Miguel de Barrios, Juan de Prado, Isaac Cardoso, Abraham Zacuto, Isaac Orobio de Castro o Manuel de Pina. En enero de 1492 Castilla conquista Granada, con lo que finaliza la etapa política musulmana peninsular, aunque una minoría morisca habite más o menos tolerada hasta tiempos de Felipe III. Además, en octubre Colón llega a América y el afán guerrero cultivado durante las guerras medievales de la Reconquista se proyectará sobre las nuevas tierras, como asimismo sobre Europa en "la gesta más extraordinaria de la historia de la Humanidad" según escribe el historiador Pierre Vilar. Sin embargo, y sobre todo a mediados del XVI, son perseguidos o tienen que emigrar los erasmistas y los protestantes españoles, entre ellos los traductores de la Biblia al castellano, como Francisco de Enzinas, Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, además de los humanistas protestantes Juan Pérez de Pineda, Antonio del Corro o Juan de Luna, entre otros.
Durante el apogeo cultural y económico de esta época, España alcanzó prestigio internacional e influencia cultural en toda Europa. Cuanto provenía de España era a menudo imitado; y se extiende el aprendizaje y estudio del idioma (véase Hispanismo).
Las áreas culturales más cultivadas fueron literatura, las artes plásticas, la música y la arquitectura. El saber se acumula en las prestigiadas universidades de Salamanca y Alcalá de Henares.
Las ciudades más importantes de este periodo son: Sevilla, por recibir las riquezas coloniales y a los comerciantes y banqueros europeos más importantes, junto con la delincuencia internacional; Madrid, como sede de la Corte, Toledo, Valencia y Zaragoza.
En el terreno de las humanidades su cultivo fue más extenso que profundo y de matiz más divulgativo que erudito, a pesar de que la filología ofreció testimonios eminentes como la Biblia políglota complutense o la Biblia regis o de Amberes de Benito Arias Montano, mientras que en el científico hubo avances importantes en Lingüística (Francisco Sánchez de las Brozas y su Minerva; las numerosas gramáticas de lenguas indias realizadas por los misioneros), Geografía, Cartografía, Antropología y Ciencias naturales (Botánica, Mineralogía etc.), como consecuencia del descubrimiento de América. Hubo también figuras eminentes en Matemáticas (Sebastián Izquierdo, Juan Caramuel, Pedro Nunes, Omerique, Pedro Ciruelo, Juan de Rojas y Sarmiento, Rodrigo Zamorano), Física, Medicina, Farmacología (Andrés Laguna), Psicología (Juan Luis Vives, Juan Huarte de San Juan) y Filosofía (Francisco Suárez). Igualmente se desarrollaron, a causa del gran impacto que tuvieron los descubrimientos de nuevos pueblos, el derecho natural y el derecho de gentes, con figuras como Bartolomé de las Casas, influyente precursor de los derechos humanos y defensor del iusnaturalismo en su De regia potestate, o Francisco de Vitoria.
Véanse también: Humanismo español, Escuela de Salamanca, Arbitrismo, Ciencia y técnica en el Siglo de Oro español y Historia del cristianismo en España#Edad Moderna
El Siglo de Oro abarca dos periodos estéticos, que corresponden al Renacimiento del siglo XVI (reinados de Fernando el Católico, Carlos I y Felipe II), y al Barroco del siglo XVII (reinados de Felipe III, Felipe IV y Carlos II). El eje de estas dos épocas o fases puede ponerse en el Concilio de Trento y la reacción contrarreformista.

Autores Del Siglo de Oro:

  • Lope de Vega
  • Luis de Góngora y Argote
  • Francisco de Quevedo
  • Pedro Calderón de la Barca
  • Miguel de Cervantes Saavedra